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Zoom furibundo y pases de factura: los diálogos de la última mesa nacional del PRO

El último Zoom de la mesa nacional del PRO se pareció más a un catch de lucha libre que a un encuentro partidario. El tema a discutir era la interna en Mendoza, donde el referente del PRO, Omar de Marchi, amenaza con romper Juntos por el Cambio y pelearle por afuera a la UCR. Claramente no ayudó que De Marchi forme parte de la mesa de campaña de Horacio Rodríguez Larreta y que la encargada de ponerlo en caja sea la adversaria de Larreta en la interna presidencial, Patricia Bullrich. La reunión terminó en un intercambio subido de tono entre De Marchi y Bullrich.

–No puedo ir a una interna contra el aparato de la UCR mendocina –le planteó De Marchi a la presidenta del PRO.

–Bueno… Bueno… Bueno, flaco. Mirá, yo tengo que luchar contra el aparato de Larreta del cual vos sos parte y no digo nada –le retrucó Bullrich.

–Lo que pasa es que vos querés defender a Cornejo –le contestó De Marchi.

–Si no te gusta Cornejo, ganale en las PASO –lo desafió Bullrich.

En realidad, son varias las provincias que enfrentan problemas a la hora de mantener la unidad de Juntos por el Cambio: en la reunión, se habló de Mendoza, Río Negro, Neuquén, Chubut y Córdoba. Bullrich se comprometió con el radicalismo a ordenar las internas en cada caso. Pero fue Mendoza la que hizo estallar una discusión furibunda, con pases de factura de todo tipo.

En esa provincia, hace tiempo que el dirigente que irá por la gobernación, De Marchi, viene poniendo en tensión la continuidad de Juntos por el Cambio y marcando diferencias con el estilo de gobierno del gobernador radical Rodolfo Suárez. Todo está listo como para que De Marchi rompa y, en lugar de competir en unas PASO con un candidato radical, les compita en las elecciones generales.

En la última reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio tanto el gobernador Suárez como Alfredo Cornejo se quejaron amargamente de los amagues de De Marchi de romper el frente provincial. Se les sumó, en la misma línea, el gobernador de Jujuy y titular de la UCR nacional, Gerardo Morales. En ese contexto, Larreta no dijo nada y Bullrich fue la que recibió las críticas y se comprometió a hablar con De Marchi y resolver la situación.

Pero aquí hay que observar cuál es el juego de alianzas cruzadas que motiva a cada uno de los actores. De Marchi, hace un tiempo, se sumó a la mesa de armado nacional de Larreta, en reemplazo de Diego Santilli, que dejó ese rol para avocarse a la campaña bonaerense que le espera este año para pelear la gobernación. Así que De Marchi es un aliado de Larreta.

Del otro lado del ring, el radical Cornejo se viene mostrando cada vez más seguido con Patricia Bullrich. Al punto, de que ella explora la idea de una «fórmula cruzada», en la que Cornejo sea su candidato a vicepresidente en las PASO nacionales de este año. Por lo tanto, Cornejo es un aliado de Bullrich.

Por lo tanto, Bullrich tiene un doble interés en disciplinar a De Marchi: es un aliado de su adversario interno y complica la estrategia en Mendoza de uno de sus principales aliados radicales para las PASO mendocinas, que son el 11 de junio. Cornejo dice una y otra vez que si se divide Juntos por el Cambio le están regalando la elección al peronismo.

Con todo esto, Bullrich fue a la reunión de la mesa nacional del PRO, donde debía tratarse la situación en distintas provincias. Según testigos, la conversación con De Marchi fue subiendo de tono. El mendocino argumentó que la UCR mendocina nunca tuvo intensión de sostener un frente con el PRO, al que ningunea constantemente. Y se fue poniendo cada vez más intransigente en su posición y más duro, hasta que tuvieron un intercambio donde ella le espetó lo del armado de Larreta y hasta amenazó con una intervención del PRO mendocino. Y él le dijo que ella hace todo para mantener su alianza con Cornejo. Quedó todo expuesto. El jefe de Gobierno mantuvo silencio durante todo el intercambio. «La verdad es que Patricia lo mandó a la mierda a De Marchi. Se nota que volvió recargada de las vacaciones en Brasil», bromeaban en el PRO.

Luego recompusieron los términos y quedaron en seguir buscando una solución al conflicto en Mendoza y en otras provincias donde también la situación camina hacia el quiebre del frente. Lo que sigue es una reunión de Bullrich con los radicales, la semana próxima. «De Marchi no va a poder avanzar en hacer lo que a él se le ocurra», amenazaron desde cerca de la presidencia del PRO. El cierre de listas es recién en abril, así que habrá tiempo todavía para negociar.

Lo cierto es que el mendocino se quedó solo: Larreta no movió un dedo para apoyarlo y tanto Mauricio Macri como María Eugenia Vidal se alinearon detrás de la posición de Bullrich. El expresidente, no obstante, no estuvo para el momento donde volaron los ceniceros (virtuales, porque era un Zoom). Se conectó más tarde, fiel al estilo de no poner demasiada energía en lo complejo de un armado político.

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